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  ¡Ni-Olvido-27F-¡Ni-Perdón-3 by   ariasmoroandrea

lunes, 15 de febrero de 2016

Alí Primera, ¡Tu canto, tu verso y tu prosa viven!


A 31 años de tu partida



El gran poder existe en la fuerza irresistible del amor
Simón Bolívar.

Por Andrea Arias Moro

Se le apodaba en su medio familiar "Alí" porque sus abuelos eran árabes, más su nombre verdadero era Ely Rafael Primera Rossel quien nos dejó el 16 de febrero de 1985.

Si nos paseáramos por toda la discografía de nuestro Alí, faltaría tiempo, hojas y espacio para tanto amor que cantar y que contar, Alí, siempre Alí, vive a través de sus canciones que se encuentran más vigentes que nunca, y así como en sus letras decimos en coro que la patria es el hombre.

Alí, un hombre especial que, desde los primeros años de su infancia, tuvo que enfrentarse con los acontecimientos más difíciles o extremos de los que circundan la existencia del ser humano: la muerte y el hambre, logró que su canto se hiciera inmenso, que su nobleza se esparciera por todas y todos en el mundo, y así, de este modo muchos amamos cuando escuchamos Amor en Tres Tiempos, lloramos con Canción en Dolor Mayor, suspiramos con Blanquisima Gaviota, sonreímos con Cuando llueve llora el Sol, nos enamoramos con Estar cerca del Riachuelo, y cantamos con La canción del Lunerito una de las ultimas canciones escritas.

Alí, hace 31 años, nos dejaste, y dejaste tu poesía, dejaste tu voz y tu melodía para amar, para cantar y para luchar; tus letras hoy suenan y son mas que versos escritos, es poesía para continuar en esta luchas por nuestro principal recurso natural no renovable.

Alí nos invita constantemente a la lucha, su música de protesta nos permite distinguir a fondo a los que van comiendo dioses y defecando demonios, su música ha inspirado a miles y millones que a diario resolvemos defender nuestro país, habrá sido quizá los zapatos de mi conciencia que mal que bien nos van llevando.

Alí, su verbo, su accionar y su constancia ¡Cuánta grandeza en un hombre sencillo y de la tierra herida! De la que se levantan árboles florecidos alrededor de los cuales revoletean inquietos pájaros que pondrán en su garganta el canto necesario que aportará la música y el agua que hará brotar las espigas del sustento.

Alí nos dejó un legado inmortal, nos enseñó entre tantas cosas el respeto a sus semejantes y a la naturaleza y lo transmitió por demás en sus letras cuando en su canción "Madre, déjame luchar" le recordase que ella "le enseñó a no matar las mariposas que en su jardín cultivaba".

Un gran mensaje de amor son sus letras, fíjense si no cuando escuchen o pronuncien el amor iguí, el amor iguá, palabras que no existen en el idioma castellano pero que tienen un sonido muy bonito, así lo expresó mientras contó que se inspiró en escribir el tema por sus hijos.

Alí, que tu canto no se pierda, que tu canto florezca, que tu mensaje siga recorriendo todos los rincones de la patria, que el cuatro siga sonando como en Gallo Pinto anunciando la victoria, esa victoria que nos merecemos, así vamos sosteniendo tu palabra, porque nos enseñaste que es mejor perder el habla que temer hablar.

Alí, gracias hermano, gracias camarada del amor, escuchamos en tus letras “que seria de la tonada sino existiera Simón” hoy debemos decir: ¡Que seria de nuestra Revolución, que sería de nuestra Patria, que sería de las luchas en Venezuela y de aquellas por liberar a Haití sino existiera Alí.


viernes, 5 de febrero de 2016

A 35 Meses De Tu Siembra Comandante



Ni nos cansamos ni nos rendimos, vamos juntos en esta lucha por salvar a la patria que hoy más que nunca se ve amenazada.

Cada día duele desde tu partida, y hoy no quiero hablar por lo que escribo, ni por lo que oigo, ni por lo que hago, ni mucho menos por lo que callo. Pretendo cierta distancia.

Chávez, su voz, su canto y su palabra un río que late en su torrentosa algarabía, sigue siendo un señuelo que cabalga la noche y su silencio, el día y su alegría.

¡Ha muerto Hugo Chávez! y un espantoso silencio inundó el ambiente, y el rotundo murmullo encandilaba cada lágrima, lagrimas que aún faltan por llorarte comandante.

Desde tu partida emprendimos una marcha de pasos que adolecen y se duelen en el repique de nuestros pies, ha parecido que hemos andado sin rumbo y sin destino, el ataque se incrementó y aún así fieles a tu legado y con el dolor de perderte nos hicimos más fuertes.

Chávez, tu mirada llega lejos, tus pensamientos quejumbrosos por las familias sin viviendas ha mermado y son esos hogares fruto de tus manos de pan y de justicia.

Quién pudiera decir todo lo que no alcanzaste a dibujar, necesitamos oírte Comandante, necesitamos verte, sentir tus palabras en el espacio donde el pueblo reasume su soberanía de historia, de heridas cuando calla, de disciplina cuando asume la derrota.

Sigues aquí, como un resplandor, un relámpago o un rayo, estás en esa canción llanera o afroamericana, donde bailan las palabras jamás enunciadas porque los pueblos se yerguen de una vez, dicen lo suyo, hacen el destino de todos y se recogen para dejar paso a los vientos suramados.

Hugo Chávez no se ha ido, y en todo caso nos fuimos con el, pero andamos juntos, a la hora de la mesa o de la marcha, del combate y de la lucha, a la hora de reír y de llorar.

El gigante de América del Sur, siempre preparado cuando nadie lo esperaba, al que aman millones en el abra eterno partió, y hoy a 35 meses de tu siembra nos sentimos llenos de tu esperanza, esperanza que renace cada cien años, cada diez, y también cada día con su cara de África, su oscura tez que todo lo esclarece, con su corazón de Orinoco, de Amazonas, de Paraná, de Uruguay y del Plata, y resuena como un tambor de palabras yorubas, guaraníes, quichuas y tehuelches, mordidas en barro americano.

Conocí al Comandante Chávez una tarde en Caracas durante mis luchas estudiantiles, la mejor adolescencia que pudo tener mi generación ¡generación de Robert Serra! Nos hablaste un poco de la historia de Martí, Perón, Artigas, Bolívar y San Martín, y decías que la historia es un relato vivo y que cada vez que convocamos a Sucre, Sucre se repone de su ostracismo, se revuelve en las piedras, viento sur y galope.

¿Será por eso que no te has ido?, sigues sobre la montura del tiempo con que atrapas a los miserables en un saco roto, Hugo, tu vibras en la luminosombra de estos años sin ti, sigues presente en la sur pasión por los pobres para que no sean pobres sino ciudadanos que nos devuelvan tu nombre.

Te amo Comandante, y hoy solo pretendo que no me anden con cuentos, que no me vengan con cuentos, ni los unos ni los otros; quiero que la historia y el paso de los pueblos que a veces ruge, y a veces calla, nos deje la patria que tanto soñaste.

Te fuiste y vuelves a gritos en la ilusión de un niño, en la vivienda de mi pueblo, un tu verdad que es cantada por el sur para que esta historia la cuenten los que sufren, los que luchan y los que esperan.